Director: Tommy Lee Wallace
Creo que las novelas de Stephen King son todas iguales, y aunque tienen una arquitectura interesante en relación al miedo que pueden generar, todas contienen ese estilo de Hitchcock en el que no hay racionalidad, sino una pura explotación del miedo. En este caso, la película parece seguir esa línea. Sin embargo, la forma en que los distintos personajes de la película son introducidos es muy interesante, porque permite construir en la mente de cada uno, las vivencias de un grupo de adolescentes, 'los losers', los que son sensibles y humanos. Estos jóvenes que parecen estar en contacto con sentimientos y conductas humanos sufren el trauma de experimentar algo inexplicable. Se me ha ocurrido pensar que introducir la idea de un monstruo para contar qué horrible es este mundo, es algo antiguo, pero también nuevo. Es antiguo porque la cultura oral y escrita está repleta de estas historias. Es nuevo porque el cine ha permitido una nueva forma de contar estas historias. Y también es nuevo por lo que ahora sabemos acerca de los traumas psicológicos. Por tanto estamos ante un tipo de película que nos permite acceder al sufrimiento emocional de los niños, tal y como ellos los ven: es decir, experimentar el terror sin tener capacidad emocional o madurez para entender lo que les está pasando. La otra ventaja de contar así una historia, es la de no tener que criticar a la sociedad por la parte que a ésta le corresponde en cuanto a la responsabilidad de evitar que los niños sufran. La sociedad es así exonerada y uno puede continuar viviendo su vida sin tener que cuestionar nada.
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