Director: Todd Phillips
Esta es una cinta que me ha
perseguido en los últimos años, a pesar de haber intentado rehuirla, sobre todo
al principio. La primera vez que ví esta comedia, me pareció una vulgaridad
obscena en donde descaradamente se alaba a la prostitución y a todos los vicios
a los que uno se puede dedicar en una despedida de soltero a la americana. No
es que haya cambiado esa percepción ni mucho menos, y niegue que esta película
sea un catálogo de misoginia y machismo. De hecho creo que la audiencia a la
que está dirigida esta película puede
experimentar la sensación de que esta película refleja una mayor tolerancia
social, un guiño, o quizás una especie de permiso público para ejercitar y
reproducir a escala real las aventuras y desventuras que los payasos de esta
historia personifican. Lo que me gustaría añadir es simplemente más niveles de
análisis. A pesar de todo lo obvio, y dado
que uno va cambiando con los años, también va aprendiendo a ver qué está bajo
la superficie de la conducta social. Esto me ha permitido revisitar la
narración y ver que la valoración de la historia ha sido distinta. Ahora a mi
edad, compruebo que la vida del hombre de clase media es sobre todo monótona,
carente de motivación y más que nada privada totalmente de erotismo. La
solución americana no es ninguna solución, puesto que lo mismo que la británica
son esencialmente hipócritas, alienadas
y carentes de dirección. La cinta por tanto es un escape, una distorsión y un
adiós a la juventud antes de abrazar los aburridos años de casados. La conducta
de los hombres, caótica, brutal y patética, es reflejada a cada paso de la
narración con ironía y a golpe de tarjeta de crédito. Todo está marcado con una
música variada que ayuda a crear expectación y a engendrar expectativas falsas,
lo cual crea curiosidad y le mantiene a uno enfocado.
Uno de los protagonistas más sobresalientes,
Alan, el que hace de colgado, genera incertidumbre y sorpresa y canaliza un
deseo desenfrenado de explorar emociones. Los que le acompañan caen de una u
otra manera mesmerizados por este lunático que los atrapa en una enigmática
resaca, desde la cual tienen que resolver a toda prisa todos y cada uno de los
entuertos en los que se han metido la noche anterior. Entre tanto, los mensajes
psicosociales, los comentarios, interacciones y golpes que tiene el diálogo,
destilan y reflejan la vida contemporánea, llena de mentiras, falsedad y falsas
esperanzas. El trasfondo es un profundo deseo de intimidad con el género
femenino, un deseo imposible de satisfacer porque cuando únicamente puede
alcanzarse, se esfuma como si nunca hubiera existido. ¿Qué es lo que los
hombres persiguen? ¿Persiguen la belleza femenina? ¿Persiguen el Dorado?
¿Persiguen la felicidad? No se sabe. La historia de esta película a lo mejor
sugiere que si hay algo que perseguir y que a lo mejor puede perdurar es la
amistad entre los hombres, lo demás es puro humo. Me he reído mucho con esta
cinta, me he reído de mí mismo y de los hombres. Eso es bueno.
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