Director: Noah Baumbach
Una película retro y refrescante al mismo tiempo. Noah Baumbach ha sabido reflejar la vida de Brooklyn. He vivido allí y su representación de esta parte de Nueva York me parece de lo más viva y creíble.
La construcción de los personajes también me parece bastante coherente con la psicología humana, y sus conflictos personales e interpersonales se ajustan al funcionamiento psiquíco de las personas de clase media e intelectual.
Esta cinta tiene también un toque trágico que seduce al espectador europeo. Su realismo y su sencillez son gratos de ver. Sin embargo, quizás hay que señalar que la hostilidad y la competición entre los esposos no está bien clarificada (quizás una versión en novela lo podría hacer). La promiscuidad que se refleja en el papel de la esposa quizás esté un tanto exagerada, así como la incapacidad del marido para adaptarse al mundo sin su esposa. Pero esta apreciación es algo más personal y no categórica.
La parte más bonita y que se conjuga bien con lo trágico y lo negativo de la historia, es cuando Walt visita al psicólogo y lo que le sucede a partir de ahí. Está muy bien presentado el papel del psicólogo: un individuo sobre el que la gente no tiene muchas expectativas, pero que cuando está en acción, provoca cambios en la ruta vital del individuo
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