Tuesday 13 September 2011

The Day the Earth Stood Still, 2008


Un buen remake que merece su visionado y entretiene a pesar de mostrar un guión convencional y el efecto intrusivo de Keanu Reeves en la cinta debido a su carismática intervención en 'The Matrix'. Hay muchos temas psicológicos en esta obra que me gustaría comentar. El gran esfuerzo en efectos especiales ha dado varios frutos de ingenioso aspecto en esta película, como por ejemplo, el traje de astronauta del alienígena, o la presencia de nanotecnología y física cuántica en las esferas con apariencia de planetas.

De esta cinta me choca el cómo la audiencia necesita colocar a un protagonista que no es un/a experto/a en psicología que para colmo requiere poseer un elemento religioso en su constitución personológica para comunicarse con individuos de una civilización más avanzada. Esto sugiere que una persona ignorante aseguraría una comunicación satisfactoria con una civilización superior de la que tememos una colonización o exterminación. Esto hubiera supuesto que Cristóbal Colón y su tripulación andaluza no hubieran invadido el Nuevo Mundo si los locales se hubieran mostrado más sumisos.

Los guiones americanos están muy condicionados por la box office y en este sentido parecen seguir fielmente lo que los espectadores van a poder aceptar dentro de los límites de su cultura. Esto hace que las películas de este país reflejen lo que allí se cree o piensa, al menos de manera demográficamente significativa. Respecto a lo que en sí esta película proyecta, creo que indica la percepción de que un científico es un técnico que ha aprendido el lenguaje de una lógica que le permite entender problemas psicológicos sin necesitar de trabajar con ellos. Uno puede pegarse toda la vida estudiando microbios en un laboratorio esperando que por arte de magia esta actividad provoque una milagrosa capacidad para analizar la conducta y la mente de un ser superior. Sin embargo, conforme la película se desarrolla se va observando que la supuesta científica, se deja llevar por sentimientos básicos, como cualquier otra (i.e. agresividad o sumisión absoluta). El papel de la protagonista me recuerda a una compañera con la que estudié el bachillerato de ciencias y que creía que tal bachillerato permitía tanto saber ciencias como 'letras' porque las 'letras' es una forma de conocimiento inferior. Tratar al conocimiento con los mismos parámetros que se usan para humillar y amedrentar a los iguales refleja un procesamiento mecánico del conocimiento y un uso claramente peligroso y producto de resentimiento y miedo. De hecho, siguiendo este estereotipo, la protagonista no tiene la humildad de acudir a un psicólogo para ayudar a su hijo adoptivo (el cual la desprecia), ni tampoco al alienígena, ya que para intentar pacificarlo, hecha mano de un premio nobel (en altruismo biológico) que se pasa la vida en un chalet en medio del campo haciendo garabatos matemáticos: todo un ser altruista.

En la cinta, los alienígenas tampoco muestran ser muy sofisticados, y parecen ser una versión de lo que los mismos americanos hacen con otras naciones y territorios. Resulta ridículo ver cómo en la película, los otros países se comportan de manera absurda, esto es, reaccionan con miedo y desorganización ante una posible colonización, cosa que no ocurre en el mundo real ante la omnipotencia y agresividad de los EEUU. Otra prueba de falta de respeto por los países dominados.

La capacidad para interaccionar y ser capaz de entrar en el mundo interior de otro individuo requiere un profundo conocimiento de la psicología humana, más si cabe cuando el interlocutor es alguien desconocido o tiene un problema de salud mental. Sin embargo, nada de esto es requerido para comunicarse eficientemente con una inteligencia alienígena. Esto sugiere que la audiencia de esta película posee una estructura subyacente que atribuye un papel parental y protector en las fuerzas de otros mundos. Es como una forma degradada de teísmo. Los aficionados a los alienígenas son de este modo adeptos a una colonización racional por parte de superinteligencias que nos van a proteger y entender. Para satisfacción de ellos, el remake construye un escenario muy bíblico, donde un dios decepcionado con la humanidad tiene que castigarnos para que aprendamos a mejorar.

La escena donde el psicólogo intenta analizar a Klaatu muestra una vez más, el escaso estatus de la psicología científica. Al principio, el cirujano abre el cuerpo del alienígena ante la atenta observación de numerosos colegas. Sin embargo, cuando un psicólogo entra en acción, no hay nadie alrededor, no hay nada interesante que escuchar y para colmo, no puede hacer nada para que se escape, ya que nadie está protegiéndole. Esta escena es el azmerreír de todos los psicólogos que trabajamos en el ámbito forense con pacientes peligrosos. ¿Quién sería el guapo que se iba a meter en una habitación con un individuo peligroso sin garantías de protección?

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